A todos nos gusta recibir un regalo, pero para muchos se nos presenta un problema cuando tenemos que hacerlo nosotros.
Este artículo pretende ser una guía para facilitar esa tarea.
En primer lugar debemos tener clara cuál es la función del regalo, es decir para qué hago el regalo, puede ser para impresionar (a la novia, al jefe), puede ser un simple detalle (a clientes, proveedores), puede ser en agradecimiento (a aquella persona que nos ha ayudado incluso por encima de lo que era su deber, médicos, policías, enfermeros, amigos, etc.). Según la función ya iremos acotando los posibles regalos.
En segundo lugar debemos tener en cuenta a quien va dirigido el regalo, si es una persona en concreto bien identificada o va a ser para persona/s no identificada/s en el momento de adquirir el/los regalos. Ni que decir tiene, que lo más complicado es regalar cuando sabemos a quién va dirigido el regalo.
Sólo en este último caso, deberemos tener en cuenta su personalidad y/o sus necesidades, así podremos regalar cosas prácticas a las personalidades prácticas y regalos ornamentales a las personalidades que valoran la estética, pero también podemos hacer regalos que cubran alguna necesidad que en ese momento de la vida no tengan cubiertas. Debemos conocer al destinatario muy bien.
En cuarto y último lugar debemos tener en cuenta el presupuesto con el que contamos para realizar el regalo.
Si lo hemos hecho bien, no quedarán más que unas pocas opciones.